PASO DE LOS VIKINGOS POR LA COSTA DE ISLA CANELA

El paso de los vikingos por las costas de Andalucía ocurrió principalmente en el siglo IX, cuando estos guerreros y navegantes escandinavos realizaron incursiones en la península ibérica. Aunque los vikingos son más conocidos por sus ataques en el norte de Europa, también llegaron al sur, aprovechando su pericia naval para asaltar ciudades costeras y fluviales.

No hay evidencia directa de que los vikingos atacaran específicamente Ayamonte, pero es muy probable que pasaran por la zona durante sus incursiones en el sur de la península ibérica en el siglo IX.

Aunque no hay pruebas de un ataque directo en Ayamonte, su ubicación estratégica en la costa atlántica hace que sea muy probable que los vikingos la avistaran o incluso hicieran pequeñas incursiones en la zona. 

La presencia vikinga en la desembocadura del Guadiana se basa en un análisis lógico de sus rutas de navegación y en referencias generales sobre sus incursiones en el suroeste de la península ibérica, más que en una evidencia directa de desembarco en la desembocadura del Guadiana. No hay crónicas medievales que certifiquen un ataque vikingo específico en esta zona, pero es bastante posible en su paso en el año 844 d.C. hacia el Guadalquivir para asediar Sevilla, ya que los vikingos siempre intentaban navegar pegados a la costa para abastecerse. Lo más probable es que entraran por el Guadiana, pero al encontrar un pequeño asentamiento de pescadores árabes, lo más probable es que no mostrasen interés ya que iban buscando poblaciones ricas para expoliarlas. Es posible que pararan para reabastecerse como hacían en otras zonas antes de atacar ciudades más grandes.

LA NAVEGACIÓN EN LOS BARCOS VIKINGOS

Los vikingos eran navegantes excepcionales entre los años 800 y 1000 d.C., y aunque no tenían brújulas ni mapas detallados como los de siglos posteriores, utilizaban una combinación de técnicas avanzadas para orientarse en sus viajes a través del Atlántico Norte. Estos eran algunos de sus principales métodos:

Navegación por el Sol y la “piedra solar”

Los vikingos usaban el sol como referencia para mantener el rumbo. En días nublados o cerca del amanecer y atardecer, podían usar una «piedra solar» (posiblemente cristales de calcita o cordierita), que les permitía localizar la posición del sol incluso cuando estaba cubierto por nubes o neblina.

Navegación por las estrellas

Por la noche, los vikingos usaban las estrellas, especialmente la estrella Polar (Polaris), que siempre apunta al norte, lo que les permitía ajustar su rumbo.

Uso de cuervos para encontrar tierra

Cuando no estaban seguros de su proximidad a tierra, soltaban un cuervo. Si el cuervo regresaba al barco, significaba que no había tierra cercana. Si volaba en una dirección específica, lo seguían, pues el pájaro buscaba la costa.

Observación del mar y las olas

Los vikingos sabían que las corrientes oceánicas y los patrones de las olas cambiaban cerca de la tierra. También observaban el color del agua, la temperatura y la presencia de ciertos tipos de algas flotantes (como el sargazo en el Atlántico).

Señales de aves y animales marinos

Sabían que ciertas especies de aves no se alejaban demasiado de la costa. Si veían gaviotas u otras aves costeras, significaba que la tierra estaba cerca.

Referencias visuales y rutas conocidas

Los vikingos seguían rutas establecidas y recordaban puntos de referencia en la costa, como montañas, fiordos y formaciones rocosas. También memorizaban la duración de los viajes según el tiempo de navegación y los vientos.

Gracias a estas técnicas, lograron navegar desde Escandinavia hasta Islandia, Groenlandia y América del Norte (Vinland), lo que demuestra su increíble habilidad como marinos sin necesidad de brújulas modernas.

EL REMO VIKINGO Y EL ORIGEN DE BABOR Y ESTRIBOR

Los vikingos usaban un «timón de espadilla», conocido en nórdico antiguo como «styris» o «styri». Este timón no estaba en el centro del barco como los actuales, sino que se colocaba en el costado derecho de la embarcación, atado a la parte trasera del casco.

La palabra «estribor» proviene del inglés antiguo «steorbord» (steor = timón, bord = lado).

Se llamaba así porque los barcos vikingos y medievales tenían el timón en el lado derecho, donde el timonel dirigía la nave.

Con el tiempo, «steorbord» evolucionó a «starboard» en inglés y «estribor» en español.

Para no dañar el timón al atracar, los barcos siempre se amarraban por el lado izquierdo, lo que dio origen al término «babor» (del francés «bâbord»).

Así que, gracias a los vikingos y su diseño de barcos, hoy seguimos usando «estribor» para referirnos al lado derecho de una embarcación. 

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